Con paso firme

El Real Zaragoza continúa con su ritmo pausado pero firme. Ayer en la Copa del Rey, nuestro equipo venció y sentenció al Málaga en la ida de los octavos de final. El 0-3 no hace sino reflejar la superioridad maña ante un equipo plagado de suplentes y que está viviendo una mala época con unos continuos problemas económicos.

Victor habçia dejado en casa a Alberto Zapater y a Pablo Aimar, además del cinco veecs sancionado Carlos Diogo. Se presumían novedades pero el técnico presentó una alineación que, si bien no se parece a la titular, sería bastante competitiva en una Primera División.

En el once inicial llamaba poderosamente la atención que el guardameta titular era Cesar. Se ve que la confianza en Miguel es prácticamente nula. Sin embargo, había tres alicientes en la alineación. Chus Herrero de lateral, Movilla y Celades de pivotes y Sergio García arriba.

Pues para que negarlo, los tres aspectos se solventaron con balance positivo. Chus estuvo firme en defensa incluso a veces incisivo en ataque. Volvió a dejar una grata impresión, algo que ya había hecho actuando como central en el partido de la selección aragonesa. Ojo con él, porque parte con opciones en el Bernabeu.

Sin embargo, las cosas se le complicaron. Y es que Celades y Movilla realizaron un partidazo en el mediocentro, lo que puede hacer que uno de los dos sea titular el domingo, con lo que Piqué o Zapater pasarían al lateral derecho. Movilla actuó de organizador y lo hizo muy bien. Además, a punto estuvo de marcar, en lo que era su vuelta a la Rosaleda. Celades recuperó el ritmo de juego que tenía antes de su lesión y realizó el mismo trabajo oscuro de siempre.

Pero si hay que destacar a alguien, ese es Sergio García. El pequeño delantero catalán marcó dos goles muy buenos, de esos que hacen daño, y a punto estuvo de lograr un par más. Demostró una vez más que es un jugador muy válido y calló a aquellos que le acusan de que no tiene gol.

Otros aspectos positivos fueron los minutos de Longás, la competitividad de D´Alessandro y el gol reivindicativo de Óscar.

Ahora toca ya pensar en el domingo. Porque primero, le podemos poner la puntilla al Madrid. Y segundo: nos podemos colocar en una situación envidiable. Y tercero, esta racha no debe parar en las tres próximas semanas. ¡Viva la cuesta de enero!