jueves, 19 de enero de 2006

Excesivo sufrimiento


Real Zaragoza: César; Ponzio (Cuartero, min.89), Álvaro, Gabi Milito, Toledo; Cani, Movilla, Generelo, Celades, Oscar (Zapater, min.64); Ewerthon (Diego Milito, min.46).

At.Madrid: Falcón; Velasco (Maxi, min.78), García Calvo (Perea, min.35), Pablo, Antonio López; Galletti, Luccin, Ibagaza, Petrov; Fernando Torres y Kezman.

Goles: 1-0. min.10. Cani; 2-0. min.27. Oscar; 2-1. min.33. Kezman; 2-2. min.62. Galletti.

Árbitro: Pérez Lasa, del Colegio Vasco. Amonestó con tarjeta amarilla a los locales Gabi Milito, Cani y Ponzio y a los visitantes Velasco, Ibagaza y Luccin.

Incidencias: Partido de vuelta de los octavos de final de la Copa del Rey disputado en el estadio de La Romareda de Zaragoza ante unos 25.000 espectadores.

Antes de nada, disculparme por no haber podido ofreceros la crónica hasta ahora. Pero es que estoy haciendo unas reformas en casa, y casi no tengo tiempo libre. Incluso puede, que en su momento, tenga que suspender temporalmente la actividad del blog. Llegado el caso, ya os avisaría. Vamos al grano:

Si cuando el Zaragoza ganaba 2 a 0 en el minuto 26 de la primera parte, me hubieran dicho que íbamos a sufrir para lograr el pase a cuartos de final, me lo hubiera tomado a broma. Nada más lejos de la realidad.

Víctor Muñoz optó finalmente por utilizar el trivote en el mediocampo, poniendo en liza a Movilla, Celades y Generelo. Cani y Oscar se situaron un poco más adelante, uno por cada banda, tratando de enlazar con el punta Ewerthon.
El partido arrancó con el Atlético llevando la iniciativa, buscando el gol que igualara la eliminatoria. Pero sus jugadas de ataque acababan en nada gracias a la red que había tejido Víctor Muñoz. Tras unos minutos de estar atrás agazapado, el Zaragoza empezó a tocar el balón y a merodear el área rojiblanca. Avisó Alvaro con un remate de cabeza que se marchó desviado, tras saque de esquina por parte de Movilla. Y medio minuto después, el Zaragoza robó el balón en mediocampo y tras una bonita combinación entre Generelo, Ewerthon y Óscar, este último centró al área para que Cani rematara a puerta por dos veces. La primera la rechazó muy bien Falcón, pero la pelota le volvió a Cani que ya no perdonó y consiguió el primer gol de los blanquillos. La cosa pintaba bien para el Zaragoza. Entonces el encuentro entró en una fase de idas y venidas de un área a otra, pero sin ocasiones realmente claras. Lo más destacable fueron una jugada de Cani, que hizó un centro-chut desde la izquierda, que atrapó bien Falcón y para el Atlético fue Kezman quién lo intentó con un remate desde el borde del área, que César detuvo sin grandes problemas. A pesar del gol encajado, al Atlético se le veía enchufado en el partido y con ganas de remontar. Pero en el minuto 26 una falta de Velasco a Cani, la aprovechó Movilla para, ante la pasividad colchonera, sacar rápido para la carrera del capitán aragonés. Este penetró en el área rojiblanca, le hizo un siete a Pablo, y cuando parecía que iba a chutar, se la dejó magistralmente a Óscar para que el salmantino fusilara sin oposición el segundo tanto local. Otro golito de mi estimado Óscar, y que no pare. Ahora sí, el equipo rojiblanco recibía un mazazo, que podía hacer que bajara los brazos y se hundiera. Nada de eso ocurrió, ya que apenas cinco minutos después del segundo tanto maño, el Atlético consiguió recortar distancias mediante Kezman. El delantero serbio aprovechó una jugada de Galletti por banda derecha, en la que primero Toledo no acertó a cortar y después Gabi Milito se pasó de frenada. El argentino entró en el área y centró ante la alocada salida de César, que sólo consiguió rozar el balón, el cuál llegó a Kezman para que, no sin suspense, lograra el primer gol colchonero. Este tanto hacía creer en la remontada al Atlético, que hasta el final del primer tiempo, fué el que dominó la situación. A pesar de ello sólo creó peligro en un remate de cabeza de Ibagaza en el tiempo añadido. Llegó el descanso y yo estaba contento, pero temiendo que en la segunda parte el Zaragoza reculara para mantener el resultado.

Víctor dió entrada a Diego Milito por un desacertado Ewerthon. Y la segunda parte empezó con el Atlético controlando el esférico y el Zaragoza, como ya veía venir, especulando con el marcador. Aunque el dominio colchonero no le daba más que para inquietar a César con algún que otro centro, que no supusieron peligro alguno para la meta aragonesa. A punto de cumplirse la hora de partido, tuvo el Zaragoza la oportunidad de marcar su tercer tanto y cerrar casi definitivamente la eliminatoria. Fué en un contragolpe conducido por Movilla por banda izquierda y su posterior centro al área, que desaprovechó Diego Milito con la única oposición de Falcón, que consiguió rechazar el tiro del argentino. Y del posible 3 a 1 se pasó al empate a 2. La jugada nació de una subida de Toledo por su banda. El paraguayo perdió la pelota en el pico derecho del área rojiblanca, de manera muy tonta, y propició el contragolpe colchonero con un pase bombeado para la carrera de Torres. Parecía que Ponzio tenía ganada la posición al jugador atlético, pero de forma increíble se dejó robar el sitio y con ello perdió el balón. Torres se metió en el área y a trompicones se llevó la pelota ante los defensas aragoneses, y cuando parecía que la jugada acabaría en las manos de César llegó Ponzio, que intentando enmendar su error se tiró al suelo y le dió un pase perfecto a Galletti, que aprovechó para batir a un descolocado César.
Como ya imaginaba, Galletti no celebró el gol como muestra de respeto a su antigua afición. Esa que tanto le quiso, y que nunca le olvidará. Pero el marcador ya estaba igualado, y el Atlético a un solo gol de consumar la remontada y lograr el pase a cuartos. Nos tocaría sufrir hasta el final.
Víctor metió a Zapater por Óscar tras el empate atlético. Lo hizó para reforzar el sistema de contención blanquillo. Y lo consiguió. El partido entró en una fase de continuos parones por faltas y discusiones entre los jugadores. Al Zaragoza eso le iba bien, porque el tiempo pasaba y el Atlético aún dominando, no creaba verdadero peligro. Cani protagonizaba todos los contragolpes aragoneses. En uno de ellos, fué objeto de falta por parte de Velasco, quién cortó con el hombro la carrera del capitán maño. El resultado fué una amarilla para el colchonero y Cani con la nariz sangrando. El de Torrero tuvo que salir del campo para ser atendido por el médico. La imagen de Cani cogiendo un pañuelo de la grada para parar la hemorragia, viene a demostrar lo implicado que está el aragonés con el Real Zaragoza. Quería volver al campo para ayudar a sus compañeros a defender el resultado. Se desgañitaba viendo cómo tardaban en llegar las asistencias al lugar dónde estaba él. Le hicieron un apaño un poco trapero, pero válido para el colegiado. Y Cani volvió ante el rugir de La Romareda. Quedaban apenas diez minutos y el técnico del Atlético, Pepe Murcia, se jugaba el todo por el todo dando entrada a Maxi por Velasco. Pero nada de nada. Todo fueron balones colgados que despejaron muy bien los jugadores de Víctor. Incluso pudo acabar ganando el Zaragoza con un disparo desviado de Generelo, tras un contragolpe, en el minuto 90. Cuando Peréz Lasa señaló el final, se produjó un estallido de alivio y euforia a la vez en La Romareda.

Habíamos sufrido, pero valió la pena. Ahora nos veremos las caras con el Barça en una eliminatoria muy atractiva. Pero antes hay que volver a jugar contra el Atlético. Será el sábado en el primer partido de la segunda vuelta de la Liga, donde sólo valdrá la victoria, si queremos afianzarnos en la parte noble de la tabla. Un partido que Cani se perderá, ya que en el lance con Velasco, se fracturó el tabique nasal y fué operado de urgencia la misma noche del miércoles. El bravo capitán aragonés quería jugar el sábado pero Víctor Muñoz, en una decisión muy acertada desde mi punto de vista, ha optado por no convocarlo y reservarlo para el encuentro del próximo jueves con el Barça. Así que a Cani le toca descansar y cargar las pilas para esa cita. Le necesitaremos a tope, porque él es la magia del actual Zaragoza.

El uno a uno del Zaragoza:

César: Bajo palos estuvo bien. Se complicó la vida en algún balón colgado y en los dos goles salió un poco alocado. Un 5.

Ponzio: Frenó bien a Petrov, aunque tuvo mucha culpa en el gol de Galletti. Un 5.

Gabi Milito: Defendió muy bien los balones aéreos, pero falló en los dos goles encajados. Un 5.

Álvaro: Aunque tuvo algo de culpa en el gol de Galletti, hizo un buen partido. Un 6.

Toledo: Ni defendió bien, ni supo subir la banda. Un 4.

Movilla: Es la manija del Zaragoza. Partido serio. Un 6.

Celades: Apenas se le vió en la distribución. Luchó mucho. Un 5.

Generelo: Un desastre en todo el sentido de la palabra. Un 4.

Cani: Sensacional y luchador. Lleva con mucho orgullo el brazalete. Un 8.

Óscar: Muy activo la primera parte. El juego no le favoreció tras el descanso. Un 7.

Ewerthon: Corrió mucho, pero no estuvo del todo acertado. Un 5.

Diego Milito: Tuvo la sentencia, pero falló. Aguantó bien la pelota, sobretodo al final.Un 6.

Zapater: Dió consistencia. Un 6.

Cuartero: Apenas tuvo tiempo.

El árbitro: Peréz Lasa no tuvo una buena actuación. Acertó en las tarjetas que mostró, pero debió enseñar alguna más. Se equivocó señalando faltas inexistentes, obviando otras que lo eran. Muchas veces no estaba bien situado. Un 4.

1 comentario:

El Tertolio dijo...

Este Sábado le toca ganar al Atlético