Tres puntos sin más

Málaga: Arnau; Gámez, Alexis, Fernando Sanz, Nacho; Manu (Antonio Hidalgo, m.56), Bóvio, Juan Rodríguez, Duda (Gabriel, m.84); Pablo (Morales, m.75) y Salva.

Real Zaragoza: César, Ponzio, Capi, Toledo, Cuartero; Óscar, Generelo, Celades (Movilla, m.46), Cani (Savio, m.64); Diego Milito (Sergio García, m.69) y Ewerthon.

Gol: 0-1 m.90: Ewerthon.

Árbitro: Iturralde González, del colegio vasco. Mostró tarjeta amarilla a Fernando Sanz, Generelo y Toledo.

Incidencias: Partido correspondiente a la vigésima octava jornada de Liga disputado en el estadio de La Rosaleda ante unos 15.000 espectadores.

Aburrido. Insulso. Un coñazo. Así fué el partido que el Real Zaragoza disputó ayer en la Rosaleda ante el Málaga. Lo único bueno es que se ganó, casi sin querer y sin merecerlo, pero se ganó.
Tan pobre fué el espectáculo que nos ofrecieron ambos equipos, que la crónica del partido no tiene mucha historia.

El encuentro comenzó cómo viene siendo habitual, con el Zaragoza encerrado en su campo, cediendo la iniciativa al equipo rival. Así el Málaga no tardó ni tres minutos en poner en apuros a la defensa de circumstancias que presentaba el equipo aragonés. Bóvio recuperó un balón en mediocampo, y ante la pasividad de Generelo, metió un pase al hueco para Salva. El delantero maño del Málaga controló bien y se plantó sólo ante César, pero luego no supo definir ya que estampó la pelota en el cuerpo del meta cacereño. Los primeros quince minutos fueron claramente del Málaga que siguió buscando la portería de César. Pero, quitando esa jugada de Salva, tampoco inquietaron mucho al cancerbero zaragocista. Todo eran balones colgados que la defensa aragonesa supo resolver, no sin apuros. Y eso que Manolo Hierro apostó finalmente por Pablo, y dejó en el banquillo al Chengue Morales.
Con el paso de los minutos el Zaragoza se fué sacudiendo el dominio del Málaga, y pasó a llevar la manija del encuentro. Pero su juego carecia de profundidad, y sólo Cani nos sacaba del aburrimiento con alguna jugadita de calidad. De los demás jugadores de ataque del Zaragoza no teniamos noticia alguna. Tuvimos que esperar hasta el minuto 25 para ver un disparo del conjunto aragonés. Una buena combinación entre Cani, Diego Milito y Ewerthon, la finalizó el jugador brasileño con un disparo lejano, que se marchó algo desviado a la izquierda de Arnau. El Málaga respondió al instante con un tiro de Manu desde la frontal, tras una buena jugada personal, que salió por encima de la portería de César. Lo último destacable de esta primera mitad, fué una falta directa de Ponzio que Arnau envío a córner. Se llegó al descanso, y un servidor esperaba que en la segunda parte el Zaragoza saliera a por todas. Pensaba que no iba a ser difícil mejorar el nivel de juego del primer tiempo.

Pero fui un iluso. Porque la segunda parte fué todavía más mala. Y eso que la entrada de Movilla por un desaparecido Celades, pareció dar más sentido al juego del Zaragoza. Sólo fué un espejismo, porque el único equipo que existió en la segunda parte fué el Málaga. Un Málaga que empujaba más con el corazón que con la cabeza, pero que aún así, tuvo tres buenas ocasiones para haberse avanzado en el marcador en estos primeros minutos del segundo acto. La primera fué para Pablo en el minuto 3, que tras un buen centro de Manu, cabeceó para que César se hiciera sin problemas con el balón. Repitió Pablo 6 minutos después, aprovechando un error en cadena de Capi, Toledo y Ponzio, plantándose sólo ante César y lanzando al exterior de la red ante la desesperada salida del portero visitante. Y acto seguido, una internada de Gámez por banda derecha, acabó con un centro-chut del lateral malacitano que César tuvo que enviar a córner. Tras esto, el Málaga lo siguió intentando hasta el final del partido, pero ya no consiguió crear verdadero peligro sobre la portería aragonesa. Y el Zaragoza a lo suyo. Se limitó a aguantar las embestidas de un voluntarioso Málaga, y se guardó su fútbol de ataque para otras ocasiones. Y lo que son las cosas, cuando el partido ya languidecia y el empate parecía inamovible, por la falta de acierto de unos y la inoperancia de otros, apareció el regalo de Arnau que el Zaragoza no desaprovechó. Una falta en ataque de Sergio García la sacó rápidamente Arnau, sin darse cuenta que Gámez estaba de espaldas, situación que aprovechó Savio para adelantarse y llevarse el balón. El brasileño penetró en el área y envió un pase al segundo palo, donde Ewerthon sólo tuvo que empujar el balón. Ya no hubo tiempo para más, y el Zaragoza se llevó los tres puntos.

La victoria le sirve al Zaragoza para recuperar el décimo puesto y recortar la distancia con la zona Uefa, que ahora mismo está a 6 puntos. Pero esto no puede esconder el mal partido realizado por el conjunto de Víctor Muñoz. De todas maneras, ya es bueno que el equipo gane algún partido sin jugar bien y casi sin merecerlo, porque otras veces ha sido al contrario. También me gustaría destacar el hecho de haberlo conseguido con Iturralde de por medio. Ya era hora de romper esa racha negativa. Hoy por fortuna, no ha tenido ninguna jugada polémica, y gracias también a los dos equipos, ha realizado una buena labor. Ahora el Zaragoza ya puede pensar en el partido del próximo miércoles ante el Real Madrid en La Romareda. Un partido en el que Víctor Muñoz ya podrá contar con su defensa titular.

El uno a uno del Zaragoza:

César: Resolvió con acierto todo lo que tuvo . Un 6.

Ponzio: En defensa alternó aciertos con errores. Subió poco y estuvo impreciso en el pase.Un 5.
Capi: Empezó con dudas, pero se fué entonando y cuajó un buen encuentro. Un 6.

Toledo: Al igual que Capi, fué de menos a más. Cumplió. Un 6.

Cuartero: No cerró bien su banda. Subió poco. Un 5.

Cani: Fué el más activo del equipo en ataque. El que más criterio tuvo a la hora de mover el balón. Cómo siempre, nos dejó detalles de su gran clase. Un 6.

Generelo: Estuvo correcto en la recuperación de balón. No estuvo fino en la creación. Un 5.

Celades: Se le vió muy poco al andorrano. Estuvo ausente en la construcción. Un 4.

Óscar: Tuvo poca participación en el juego de ataque. Cuando tuvo el balón, se mostró lento y sin ideas. Un 4.

Ewerthon: Su gol vale su peso en oro, pero apenas toco balón. Un 5.

Diego Milito: Estuvo muy estático y no luchó cómo en él es habitual. Un 4.

Movilla: Aunque sin alardes, mejoró la actuación de Celades. Puso algo de orden al juego. Un 6.

Savio: Se mostró muy incisivo, aunque aún le falta algo de ritmo. Aprovechó muy bien el regalo de Arnau. Un 6.

Sergio García: Salió con muchas ganas. Estuvo muy dinámico y participativo. Un 6.

El árbitro: Iturralde González completó una buena actuación. Un 6.