Farina destroza la probeta

El Real Zaragoza llegó a Sicilia vestido de domingo invernal. Con todas sus piezas titulares en liza, salvando a Diego Milito, el equipo de Víctor Fernández se coló en la presentación del Palermo. Era una piedra de toque seria, contra un hipotético rival en el camino europeo, y una figura creciente en el siempre duro Calcio italiano.

Y lo cierto es que las sensaciones mejoraron bastante. La defensa se mostró mucho más compenetrada, el mediocampo circuló aunque sin demasiada velocidad y Aimar se asomó al área con más acierto que días atrás. Arriba el peligro era constante, con Oliveira de estilete y García de tapado.

Miccoli inquietó a balón parado a César, pero el Zaragoza era un dictador sobre el campo. Así llegó Oliveira, dribló en el área, chutó con la zurda y Fontana ayudó para que Oliveira festejara el primero de la tarde-noche. Aún Matuzalem tuvo otra ocasión hasta que la probeta de ensayos preparada por Víctor se romió de cuajo.

Fue Farina, árbitro internacional para mas señas, quien acabó con el amistoso. Juanfran desplazó el balón y se ganó la amarilla. El valenciano aplaudió la decisión del italiano, y se ganó la roja 5 segundos después. Puede ser que fuera justa, pero al fin y al cabo la palabra amistoso significa algo

El Zaragoza recompuso con la entrada de Generelo por García. Menos peligro adelante, y menos solidez atrás con Zapater en el lateral zurdo. Así marcó Miccoli, gracias al delantero revelación del pasado Calcio (hasta su lesión), Amauri. Avalancha siciliana en aquellos momentos. Pero apareció de nuevo el Zaragoza. Controló la pelota, jugó con sentido, y una llegada de Zapater con Aimar, acabó con un derechazo inapelable de Oliveira. El segundo para el brasileño, que se puede hinchar este año.

Pero a Farina no le gustaba el resultado. Unas manos completamente involuntarias de un mejorado Ayala, fueron la excusa de Farina para señalar los 11 metros. Amauri transformó pese a la gran estirada de César. Minutos después, de nuevo Amauri puso en ventaja al Palermo, aunque para entonces el Zaragoza ya se había subido al avión de vuelta.

Todos menos Diogo. El uruguayo sufrió un cortocircuito, cazó a Amauri y se armó la marimorena. Guidolín, entrenador (pésimo por cierto) , persiguió a Diogo ante la marida risueña de Farina. Solana casi fue alcanzado por una botella, y a Farina sólo se le ocurrió echar a Juanfran del banquillo. Ante tanta provación, el valenciano respondió de manera lamentable. Baste con decir, que el más frío sobre el campo era D´Alessandro.

El partido se acabó con otro golazo de Amauri, desde su casa, lanzó un disparo fugaz y vertiginoso, que mató las telarañas de la meta de César. Con todo, el Zaragoza dio buena imagen hasta que Farina dejó, con lo que las sensaciones han mejorado, y, con esta semana, el equipo puede estar a un nivel bueno para viajar a Murcia.

Fotos: Zaragocistas y Periódico de Aragón