¡Por favor, oxígeno!

El Real Zaragoza pecó ayer de falta de individualidades capaces de decidir. Sin embargo, creo que en la valoración del empate, hay que ahondar mucho más en el global de la temporada, en la planificación inicial y en la profundidad de plantilla antes que apuntar a un hombre directamente.

Hace ya varias semanas que el Zaragoza es un equipo desencajado físicamente. Cuando un equipo tiene jugadores como Celades, Aimar o D´Alessandro, la resistencia no es la cualidad que más abunda. Pero si a eso añadimos que los mencionados apenas han contado con minutos de descanso, llegamos a la conclusión de que este equipo está agotado, y que si no fuera por eso, los puntos de Getafe, Tarragona y los de ayer, no se hubieran ido.

Ayer el Racing dio un baño al equipo de Victor Fernandez en la primera mitad, y no marcó porque alguien no lo quiso o porque Zigic no tenía el día. Vimos a un Zaragoza romo, con Celades totalmente desacertado y Aimar perdido en su agotamiento. Sólo D´Alessandro aguantó el tipo con dos pases fabulosos en las dos únicas ocasiones de peligro que llevó el Zaragoza.

Mejoró el local con la salida de Lafita, que sin ser un portento físico o atesorar una calidad desmesurada, está fresco, y eso se nota a la hora de verle jugar. Trató de desbordar y despertó al equipo. Empezaron a subir los laterales, y el Zaragoza, sin jugar bien, creó varias ocasiones que bien se pudieron transformar si no es por la mala suerte y la actuación de Toño. Pero no pudo ser. Empate a 0, y un equipo que pide aire ya.

Concluyendo, se puede decir que, salvo sorpresa mayúscula, este Zaragoza va a saldar su temporada con un notable, y cumpliendo los objetivos, pero si queremos dar un salto cualitativo hay que aumentar la plantilla (bien por el fichaje de Gabi) así como su poderío físico.

Foto: www.zaragocistas.com