lunes, 18 de febrero de 2008

Vamos Zaragoza!

El Zaragoza perdió una batalla el pasado sábado en La Romareda, víctima de su pobre acierto ofensivo y de unas decisiones arbitrales increíbles. Pero no se ha perdido la guerra todavía. Quedan aún 42 puntos en liza, y hay que luchar con todas las fuerzas para tratar de conseguir lo máximo posible. Hay que ir partido a partido, sin hacer el cuento de la lechera, y ver hasta dónde podemos llegar. Está muy claro que primero hay que alejarse definitivamente de la parte baja de la tabla, y luego ya hablaremos de otra cosa.

Del partido del sábado, me quedo con las cosas buenas. El Zaragoza se mostró sólido y seguro todo el encuentro, quitando los últimos minutos a raíz del inexistente penalty pitado a Juanfran. Me gustó más el Zaragoza tras el descanso, más metido en el campo del Barça, más tirado hacia arriba. Pero en la primera parte también jugó bien, porque interpretó casi a la perfección el plan de Irureta, que era esperar atrás para robar y salir rapido al contragolpe. Sólo faltó el acierto arriba y sobró el fallo defensivo de Sergio en el gol de Henry. Ese tanto que también fue ilegal, pues el francés se ayudó del brazo para controlar la pelota. Esa, junto a otra de Giovanni, fueron las únicas ocasiones de un Barça que dominó la posesión del esférico, pero que no le sirvió para crear más peligro que su rival.

En la reanudación el Zaragoza dió un paso adelante, y eso le permitió enlazar varios ataques con peligro sobre la meta culé. En el minuto 52, un buen robo de un incansable Zapater, permitió a Sergio García progresar por su banda y lanzar una asistencia a la carrera de Oliveira, que controló muy bien con la zurda y consiguió el gol de la igualada con un buen derechazo cruzado.
Quedaba mucho tiempo por delante, y el Zaragoza veía posible la remontada ante un Barça que le sentó mal el gol encajado. El equipo aragonés combinaba con fluidez y sus llegadas al área culé eran constantes. La más clara fue en una falta lateral en la que Valdés salió mal, y el balón quedó muerto en área pequeña, pero Sergio, el central, no controló bien y Gaby Milito pudo cortar lo que parecía el segundo tanto local. A partir de la media hora, el Zaragoza perdió fuelle, con lo que unido al cambio de Oiveira por Óscar, hizo que el Barça pasara a dominar algo más. El partido se se encaminaba hacia un empate bastante justo, pero... ya sabéis el final de la historia.

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