El carácter de Agapito

Si buscamos, encontramos. Si pedimos, tenemos. ¿Para qué más? Eso es todo lo que nos proporciona Agapito Iglesias. La subida anual de los abonos queda totalmente justificada con esta filosofía en la gestión. Reducir la deuda es un objetivo, pero se puede hacer por varios medios. Los extremos son dos: o no gastar nada en fichajes y salarios, y así reducir costes, o luchar por conseguir lo máximo deportivamente y así conseguir mayor beneficio económico. Creo que la eelcción es obvia, y es la que ha tomado este Real Zaragoza.



Si se va Milito, ahí sale Ayala al quite, a un precio mucho menos. Si se va Ewerthon enseguida tienes a Oliveira. Si el problema de la pasada campaña ha sido la poca profundidad de plantilla, sobre todo en algunos puestos, enseguida llegan Paredes, Gabi y Pavón patra ayudar a solucionar el problema. Si los éxitos llegan, como creo que llegarán, no habrá que mirar solo al banquillo, al terreno o a los despachos. habrá que mirar al palco, a esa barba cerrada, gafas de sol y cigarrito en mano. Como si de un sicario se tratase. Al fin y al cabo, Agapito es sicario de las dudas y las críticas.



Siempre en la sombra, dejando las palabras a su colega Bandrés. El micrófono no es amigo de su talante, quizás su capacidad expresiva no sea la más adecuada. Pero no lo necesita. Lo único que necesita es publicar una nota en la página web anunciando un nuevo fichaje y la hora de su presentación. Con eso lo dice todo Agapito.

Aún quedan detalles por pulir, pero la columna vertebral está firme. Quizás un portero, quizás un cuarto delantero, y lo más probable un hombre de banda y un nuevo central. Pero basta de exigencias. Si se neecsita se hará. Si merece la pena, se hará. Confiemos en Agapito.