martes, 6 de noviembre de 2007

Pájara

Al final voy a pensar eso de que soy gafe, pues las tres últimas veces que he ido a La Romareda a presenciar un partido, en ninguna de ellas ha ganado el Zaragoza. Pero aún así, yo no creo en esas cosas, y lo sucedido el domingo tiene una explicación.

Si resulta que Víctor Fernández no tiene a su disposición a ningún lateral izquierdo de la primera plantilla, porqué no recurre a uno del equipo filial? En lugar de mover a Zapater para ponerlo en un sitio que no es el suyo, donde su rendimiento baja muchos enteros, y dejando huérfano el medio campo de la inestimable labor del ejeano. Esa es la primera de las causas de la derrota frente al Valladolid. Un equipo que sólo había ganado una vez en Zaragoza, y de eso hacía más de medio siglo. Y que tan sólo llevaba una victoria en la temporada a pesar, eso sí, que por su juego debería llevar más puntos.

Aunque el planteamiento de Víctor pudo salirle bien, sino llega a ser por la ineficacia de nuestros delanteros ante el marco rival, antes de los tantos visitantes. Sergio desperdició de manera lastimosa un uno contra uno ante Alberto en el primer minuto de juego. Luego a los 10, llegó una jugada que pudo marcar el devenir del encuentro. Milito y Oliveira se quedan solos ante un defensa del Valladolid, el argentino cede el balón al brasileño, esperando k luego se lo retorne para así fusilar a Alberto. Pero Oliveira decide acabar él la jugada, con muy poco acierto, ya que su tiro sale desviado. Enfado del respetable, y sobretodo, malestar de Diego Milito, que de manera poco acertada lo demuestra sobre el propio terreno. A partir de ahi, el Zaragoza tuvo ocasiones, pero Oliveira y Milito fallaron. Igual les descentró la jugadita.

El Valladolid parecía un juguete, pero Mendilíbar reaccionó rápido. Se percató del chollo que podía encontrar por la izquierda de la defensa aragonesa, y quitó a Sisi para dar entrada a Víctor.
Y en cinco minutos se pasó del 1 a 0, al 1 a 3, ante la perplejidad de todo el estadio, incluido Víctor Fernández, nuestro técnico. Menuda lección más básica.
Intentó Víctor arreglar un poco la defensa al inicio de la segunda parte, intercambiando la posición de los centrales, de manera que fuera Ayala quién saliera a la ayuda de un desubicado Zapater. Para tratar de cambiar el rumbo de la contienda, sentó a Luccin y Oliveria, y puso sobre el terreno a D'alessandro y Aimar. Eso ya fue la perdición, no porque el equipo no tuviera ocasiones, que las tuvo, pero sólo acertó cuando el partido ya agonizaba. Con el marcador en contra, Víctor no debió quitar a Oliveira, a no ser que estuviera tocado.

De todas formas, a efectos de clasificación, la derrota no afecta en demasía. Sólo estamos a dos de Uefa y cuatro de Champions. El problema es el golpe anímico. Ahora nos espera el Betis en su campo. Rival propicio, pero peligroso, más por nosotros que por ellos. A ver qué pasa.

Pd: No quiero oír hablar del árbitro, que no estuvo fino, pero no es el culpable de la derrota.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Presidente,ka passao??

Beenhaker a Ramon Mendoza allá en los
80's

mb

Pregunta: Josepep al camp?

zaragocista dijo...

Oliveira tiene a Diego amargado. Dos veces tuvo que pasarle el balón para habernos puesto en notable franquía...


Lo de Victor no lo entiendo. Paredes debía haber jugado de titular, y pasar Zapater al medio, porque Victor descompensó el medio y dejó un hueco en la izquierda impresionante.

Por otro lado, me alegro por Alvarito. Se lo merece.



Un abrazo.

Juan Pedro Martínez dijo...

Buenas Zaragozista¡¡ seguramente no te acordarás de mi, pero por agosto de 2006 nos posteabamos tu y yo jejjee..tenia altrantran-jp.blogspot, desupues de año y medio regreso

Un saludo desde Mallorca

ah¡¡ te meto en mis enlaces