domingo, 9 de marzo de 2008

Por fin

Y apareció el Zaragoza, en una versión todavía lejana de la quiere Villanova, pero al menos derrochó entrega, actitud, con gotas de calidad de Matuzalem, Óscar, Sergio y compañía y mucho más orden que mostraba con Irureta. Se sufrió, pero se ganó. Ante un rival cómo el Atlético hay licencia para pasarlo mal. Lo que no es de recibo es lo de la semana anterior. Se consiguió el triunfo con algo de fortuna y polémica, porque la actuación del colegiado no fue muy acertada. A Juanfran lo podía haber expulsado con todas la de la ley. Eso es innegable. Pero no creo que fuera tan decisivo en el resultado final, cómo apuntan algunos miembros del conjunto colchonero.
El penalty a Sergio García no admite ninguna duda, aunque bien es cierto que tardó unos segundos en señalarlo, hecho que llevó a la confusión.
Lo que tendrían que pensar en el Atlético son las ocasiones que marraron ante nuestra portería. La de Forlán ante César fue muy clara, de las que no suele perdonar el delantero uruguayo. Y la jugada de Agüero, yéndose de todos, y dejando el pase de la muerte, llevó el pánico a todos los zaragocistas. Menos mal que apareció Luccin para alejar el peligro.
Hablando del Zaragoza me gustó mucho la manera de controlar el juego de Matuzalem, aunque a veces parecía ir a cámara lenta. Supo distribuir la pelota con mucho criterio, dándole velocidad cuando la situación lo requería y poniendo pausa en el momento indicado. También tuvo llegada a la meta rival, al igual que Óscar, que junto a Sergio y César fueron los más destacados del conjunto local. Pero aunque destacaron ellos, lo que más me gustó fue que el Zaragoza actuó cómo un conjunto, siempre arropando al jugador que poseía el esférico. El Atlético jugó bastante bien, sobretodo la primera mitad dónde fue superior,y quizás lo más justo hubiera sido un empate, pero ya se sabe, se trata de meter la pelota entre los palos, y ahí estuvo mejor el Zaragoza. Un Zaragoza que dominó más tras el descanso, y que sólo se echó atrás en el último tramo de partido.

Esto es sólo el primer paso camino de la salvación. La siguiente estación se llama Madrigal, ante el Villarreal. Allí estaré yo para contaros las peripecias de los chicos de Villanova. Espero ver al menos el mismo Zaragoza de ayer, aunque confío en que la cosa vaya a más, y que el comportamiento del equipo sea mejor.

PD: Dejarme decir una cosa. Este es mi blog, y soy libre de poner lo que yo quiera. Al que no le guste, pues ese es su problema. Quiero alzar la voz contra las transmisiones de la Sexta. Sobretodo contra un personaje, que creo no tiene ni idea de comentar partidos de fútbol. Su nombre es Julio Salinas. Para empezar, tienes que saber que el partido lo están viendo seguidores de ambos contendientes, y tienes que mostrar respeto hacia ellos. No debes decantarte claramente hacía uno de los equipos. Eso le sucede al mencionado Salinas.
Hablando claro, con ocasión del Zaragoza-Barcelona, al ex-jugador del Barça se le notaba mucho su favoritismo por el equipo culé. En las jugadas polémicas de las manos de Henry y las no manos de Juanfran, no hace falta decir que pensaba. Además decía tonterías, cómo lo de silbar a Toure Yayá o que Valdés intimidó a Milito en el penalty, y eso influyó para que lo fallara. Luego las dos jornadas siguientes se ha podido comprobar que no intimida mucho, ya que tanto el Levante cómo el Atlético han conseguido transformar las penas máximas ante Valdés. Pero lo peor fue a la semana siguiente en el Sevilla-Zaragoza, cuando se mofaba de la mala fortuna en los dos goles en propia puerta del Zaragoza. Y deseaba la goleada del Sevilla. Luego salió Andrés Montes para tratar de arreglarlo, diciendo que los seguidores zaragocistas nos teníamos que tomar los comentarios a broma, y que ellos habían dado buenos partidos del Zaragoza.
Ayer de nuevo fue una nueva muestra del señor Salinas. Cada falta fuerte del Zaragoza era merecedora de tarjeta amarilla, sino incluso de la denominada naranja. Se tiraba de los pelos porque ni el colegiado ni su asistente habían visto falta en la clara patada de Juanfran a Sergio Agüero, que debió haber conllevado la segunda tarjeta amarilla para el zaragocista y su correspondiente expulsión. En la primera parte vio un penalty clarísimo de Paredes a Agüero, en una acción que los dos estaban agarrándose. En fin, que no vale la pena comentar más sobre el tema en cuestión. Sólo me gustaría pedir que cuando alguien comente un encuentro se muestre más respetuoso con los equipos en liza, con sus seguidores, que a fin de cuentas somos los que les damos de comer, porque sin nosotros todo este circo del fútbol no sería nada.

3 comentarios:

zaragocista dijo...

Sí Josep sí. Se notó una gran mejoría, cosa tampoco dificil, pero es el camino. Matu y Óscar en el centro fueron fundamentales, controlaron el ritmo del partido. El brasileño no falló pase alguno y llegó y óscar puede sacar una jugada de peligro con sólo levantar la vista.



P.D: Ya puedo actualizar. La previa del Villarreal, el sábado. Un abrazo.

Pablo G. dijo...

Animo zaragocistas, que saldréis de ahí. Saludos

FI dijo...

Nimodo amigo, como él abundan muchos más, y que son narradores por favorcitos de las televisoras o nomás porque gritan por cualquier tontería, y no tienen ni los más mínimos conocimientos de este deporte, necesarios para convertirte en narrador, pero bueno, a aguantarse.

Un saludo