Qué rabia!
Decían algunos que gran culpa de la situación del Real Zaragoza esta temporada se debía a la fragilidad defensiva mostrada hasta la fecha. Aparte se decía que sino estábamos peor era gracias a la facilidad anotadora de nuestra pareja de delanteros. Puede ser, porque en muchos partidos que no hemos jugado un pimiento han aparecido Diego Milito o Ricardo Oliveira al rescate. Pues bien, resulta que ayer en el Madrigal, el Zaragoza fue el amo y señor del partido durante buena parte de él. Dominó la posesión del balón, supo que hacer con él en todo momento y remató una decena de veces con peligro sobre la puerta local. Pero no consiguió marcar un sólo gol, unas veces por el acierto del meta local y en mayor número por una falta alarmante de precisión. El Villarreal sólo fue superior en ese aspecto, la definición ante la portería rival.
Pero así da gusto perder, de verdad. Prueba de ello es la ovación que dedicó al equipo al término del encuentro la afición zaragocista desplazada a Villarreal. Cierto es que volvemos a estar igualados con el antepenúltimo de la tabla, el Recre, pero jugando así nos vamos a salvar. Sólo espero que no se repita lo que pasó después del gran partido en el Bernabéu, que acabó con idéntico resultado y cuyo desarrollo fue muy similar al disputado ayer.
Ahora se trata de pensar ya en nuestro próximo rival, el Almería. Un equipo que nos pondrá las cosas muy difíciles, pero pienso que su estilo de juego nos viene muy bien para lograr los tres puntos este domingo en La Romareda. Porque de eso se trata si queremos salvarnos, de hacer de nuestro estadio un fortín.
PD: Al final no pudimos ir a Villarreal, porque nuestro contacto no nos consiguió las entradas.Y siendo sólo dos los que íbamos, y ya sin tren para volver, pues los trenes ya estaban llenos, hubiera sido mucho dinero el ir en coche y encima pagar entrada, que seguro habría en taquilla. Y del tema arbitral, prefiero no decir nada, pues el presi de mi equipo ya lo ha dicho todo. Y razón no le falta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario